Se trata de un alcaloide presente en el café, el té, el cacao, el mate y otros vegetales. En dosis moderadas puede ser altamente beneficiosa por sus propiedades como estimulante cardiaco y del sistema nervioso (agudiza la percepción, estimula la memoria, reduce la sensación de cansancio), su carácter diurético y vasodilatador y sus efectos como antídoto frente a los analgésicos y el alcohol. Tomada en dosis altas, en cambio, la cafeína provoca nervios, insomnio, irritabilidad y alteraciones cardíacas.
Dado que la cafeína no afecta por igual a todas las personas, la descafeinización permite disfrutar del café a quienes son más propensos a sufrir con sus efectos negativos.